
Este martes al mediodía se produjo un hecho histórico. El Paraná alcanzó, a la altura de Santa Fe, la menor marca en 77 años. En el puerto local, prefectura midió -0,22 metros, un registro que solo es superado por los -0,28 metros anotados en 1945 y por el récord de 1944 cuando se midió -1,03 metros.
La bajante histórica no solo está marcada por sus registros negativos, sino también por la extensión en el tiempo, ya que el fenómeno viene prevaleciendo desde hace dos años.
La bajante modificó por completo el tradicional espejo de agua de esa capital; alteró el paisaje, su fauna y la actividad náutica. Los pilotes del Colgante lucen casi desnudos y amenazan con mostrar su base.
En un mes, el Paraná descendió 1,26 metros en el puerto local. El proceso se aceleró en enero; en lo que va de este año (once días) cayó 0,58 metros. Ello se debe a que el 1 de enero midió 0,36 metros, contra los 0,22 anotados este martes al mediodía.
El escenario actual no es bueno y el nuevo pronóstico informado del Instituto Nacional del Agua (INA) no es alentador. Este martes, el organismo advierte en sus previsiones que “no se espera una recuperación en las próximas semanas” y que “prevalece una condición general de disminución de los caudales entrantes al tramo argentino del río Paraná. Los niveles fluviales continuarán en la franja de aguas bajas. La tendencia climática al 31 de marzo es desfavorable”.
Los profesionales señalan que la actual perspectiva climática obliga a revisar permanentemente las previsiones. En ese sentido, alertan que “si bien la situación actual mantiene distancia de la observada en la sequía / bajante del año 1944, no se descarta la posibilidad de un acercamiento a tales condiciones extremas en los próximos meses”.
Fuente: unosantafe.com.ar/